sábado, 21 de marzo de 2015

Las Truchas, Nuévalos

En un placer encontrar en un lugar de clara intención turística un restaurante capaz de darte de comer, ràpido, a un precio razonable y con una calidad que no desentona, ni en el producto ni en la preparación. A poca distancia de la entrada al Monasterio de Piedra este local, amplio local, ofrece desde un menú por 11 € por persona a una carta muy amplia y de precios ajustados. Todo lo que probamos fue correcto, sabroso y bien cocinado y la atención digna de destacar. Cualquiera del personal que pasaba cerca de nosotros se preocupaba de saber si estaba todo correcto, si nos faltaba algo, en fin una atención que se echa en falta en lugares donde el servicio está tan rígidamente repartido que roza la desatención. las migas que probamos francamente buenas, los callos muy ricos, unas alcachofas sabrosas y unas tostadas de pan con ajo que saboreamos con fruición. El precio más que razonable y una considerable satisfacción. Si vuelvo repetiré y sin duda lo recomiendo.

Las Truchas Hotel Restaurante
Travesía del Monasterio de Piedra, s/n
50210  Nuévalos- Zaragoza
976849040


El Fogón de Trifón, Madrid capital

En pleno barrio de Salamanca es un local de tan pequeño casi escaso, pero maravillosamente aprovechado. Cocina tradicional y más, su fama viene por tres platos que forman su carta emblemática: los callos, el rabo de toro y las croquetas. A este se le pueden unir los caracoles, las mollejas, las albóndigas y muchas más entradas de la carta que a pesar de no haber probado parecían complacer a quienes las tomaban, entre otras una vistosa ensalada de pamplinas con granada, trocitos de jamón y muchos más ingredientes que no soy capaz de enumerar. El servicio, al menos en barra donde nos atendió Trifón hijo, muy agradable. El precio no es barato aunque tampoco sea desmesurado, algo más caro que razonable. En todo caso de la comida disfrutamos por su calidad y por la posibilidad de comer en base a raciones, unidades y medias raciones, que cada vez me parece más agradable que el menú o la carta de platos inamovibles en su calidad y estructura. la bodega correcta tanto en vinos como vermuts y de postre una tarta de queso con mermelada de aceituna francamente buena aunque amenazaba en su enunciado con un dulce de leche que solo era decorativo. Para mi recomendado.

El Fogón de Trifón
Ayala, 144
Madrid
914023794

sábado, 14 de marzo de 2015

Mesón de la Dolores, Calatayud

Tirando de copla si vas a Calatayud ni se te ocurra preguntar por la Dolores, o al menos por el mesón que hay en el museo que lleva su nombre. Tras un recorrido exhaustivo por Calatayud decidimos sentarnos en la pequeña terraza que hay en el exterior de la cafetería, junto al balcón. El lugar una preciosidad, y ahí nos paramos en cuanto a lo agradable. Pedimos una primera consumición y empezamos a hacer tiempo hasta la hora te tomar algo más consistente. Tenía ganas de probar los famosos garbanzos con congrio tan propios de la cocina bilbilitana. A nuestro alrededor se fué sentando gente que era claramente del lugar por la atención que le dispensaban y el conocimiento del personal y las cosas propias del establecimiento. Nos enteramos entonces de que habían ganado el primer premio de tapas de Calatayud y decidimos probar el manjar premiado. Fue una autentica odisea. Ninguno de los camareros se acercaba a la mesa ni atendía a nuestros requerimientos. Finalmente y al asalto aprovechando que venía a traer consumiciones a la mesa de al lado conseguimos que nos atendieran aunque de unas formas rayanas en la desconsideración. El dialogo fue algo asi como:

- Por favor señorita.
- Un momento -atiende a los de al lado y hace amago de irse-
- Por favor puede atendernos - Nos mitra con cara de pocos amigos-
- Quisieramos pedir otra ronda Se nos queda mirando sin contestar-
- Y probar la tapa ganadora.
- Ya que estoy aqui les atenderé
- Es que ya no se sirve en las mesas? -viendo que a las demás si les servían-
- Entonces lo mismo y dos tapas - sin responder a mi pregunta y se va-

Al cabo de, vamos a ser prudentes, diez minutos aparece otro camarero con lo pedido pero las tapas equivocadas. Deja la bebida y se lleva las tapas. Al cabo de otro tanto viene la señorita con otra vez las bebidas y las tapas correctas. Se lleva las bebidas y deja las tapas.

A todo esto ya era una hora prudencial para pedir con vistas a cenar por lo que me levanté de la mesa y me fui al interior, a la barra, con el fin de preguntarle al camarero si teníamos que cambiar de sitio para pedir raciones, si había que pasar al restaurante... en fin lo normal. Durante veinte minutos laaaaargos el camarero tomó nota a varias personas, a alguna más de una vez, sirvió a varias mesas y pasó a mi lado sin mirarme ni contestar a mi requerimiento siete u ocho veces. Finalmente y vista la absoluta desconsideración, la absoluta falta de respeto decidí pagar y marcharme. Tampoco lo logré con lo que cabreado como una mona decidí marcharme sin pagar, sin haber conseguido cenar ni pagar. Y no fuí el único que conste, a los de la mesa de al lado les sucedió exactamente lo mismo.

Mi recomendación. Visita el lugar, muy bonito, visita el museo y cuando llegue la hora de tomar algo... buscate otro sitio, lo mismo cenas, pagas y no te cabreas. No recomendado salvo para vecinos de Calatayud, amigos del personal o habituales del lugar.

Bavieca, Medinaceli

En un pueblo turístico es difícil decidirte por algún restaurante, sobre todo si pretendes comer a un precio razonable un producto de una calidad digna, y ese es el caso de Madinaceli, un maravilloso pueblo lleno de asadores y restaurantes en los que poder probar fortuna. No puedo hablar de los que no he conocido, pero en todo caso tuve la suerte de elegir este restaurante regentado por Mario en la sala y su mujer en los fogones. Hay algunos elementos que me dan pistas sobre que lugar elegir: el primero que la carta contenga platos de cuchara y el segundo que cuando hablas con quien te atiende, te atienda, te entienda y demuestre un cierto cariño por lo que está haciendo. En Bavieca se cumplieron todos los requisitos. Comimos una judias con perdiz francamente sabrosas, una carrillada deliciosa y unos rollitos de Idiazabal con frambuesa que disfruté ampliamente. La atención de Mario excelente tanto en el servicio de mesa como en sus comentarios y conocimientos. Y además tenía vermut español. Debo de reconocer que comí como un cura y la cuenta, que no llegaba a los 50 € por dos personas, ajustada. Finalmente me ganó con un chupito de aguardiente de hierbas de entendido. Excelente experiencia.

Bavieca
Hotel-Restaurante
Campo de San Nicolás, 6
42240 Madinaceli
975326106