Empiezo a pensar que para comer caro y no necesariamente bien solo hay que buscar un sitio ubicado en un lugar privilegiado. Y este es el caso que me ocupa. El lugar es idílico, a la orilla del mar, con las olas salpicándote mientras comes -si tienes la suerte de coger sitio en la terraza del anexo- con unas vistas magníficas hacia San José. Los días festivos es casi imposible encontrar sitio salvo que reserves. Ante estas perspectivas decidimos coger una mesa en el comedor del edificio principal ya que los otros estaban llenos. Una ensalada insulsa, escasa, triste. Para cuatro personas lechuga, poca, tomate, insípido y cortado en rodajas grosor fiambre, cebolla, algo, pepino, dos rodajas contadas y aceitunas, cinco. cazón, teoricamente adobado, pero debía de ser un cazón impermeable al adobo y groseramente rebozado, o sea con costra. Unos chipirones fritos considerablemente salados y arroz negro para dos que daba como mucho para uno y medio. El arroz... eso, negro. Lo único que tenía de negro era el color. En un lugar famoso por su jibia y calamar que pescan allí mismo el arroz negro estaba hecho con una base indefinible que no era la propia del arroz negro y yo juraría que con tinta de bolsa. Pues eso, arroz de color negro y para abstenerse los amantes de este tipo de arroz.
En definitiva, comida escasa, engañosa y, para lo que es, cara. Para mi no recomendable salvo para alimentar a la vista.
Hostal Restaurante Isleta del Moro
Isleta del Moro - Almería
950 38 97 13
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