sábado, 7 de mayo de 2016

Larrauri, Madrid capital

Hay al menos dos razones para ir a comer a Larauri: conocer y disfrutar de Iñaqui, el maestro sala que domina el ambiente, a los camareros y a los clientes y la calidad de la comida. Y hay dos dificultades a las que enfrentarse: saber que vas a comer y ser capaz de comerlo. Yo fui con mi amigo Pedro que tras pedir insistentemente la carta, que no existe, solo pudo pedir insistentemente que la avalancha de viandas cesara. Como entrante una ensalada con aguacate y queso de cabra y un revuelto, fino, ligero, de txistorra. Vino después un plato de boquerones excelentes que prepararon el estómago para el acto final, una bandeja de pescado, excelente, y un chuletón fileteado perfecto de punto, tierno y sabroso. Una delicia. Para rematar una fuente surtida de postres dulces de la casa, una taza de arroz con leche y otra de manzana asada y bañada en almibar. Total 45 euros por cabeza. Una experiencia gloriosa y la certeza de que habíamos comido como cardenales. Una recomendación, reserve.

Larrauri
Juán Ramón Jimenez, 9
28036  Madrid
810525517


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