domingo, 22 de septiembre de 2013

Chiringuito el Palmer, Almería

Este es un claro ejemplo de como la estrategia elegida puede acabar con algún cliente, y es que la esquizofrenia no es saludable ni siquiera en los negocios, o fundamentalmente en los negocios,

Aprovechando que tiene zona wifi y que a mi la arena es algo que solo disfruté cuando usaba pala, rastrillo y cubito, allá por mis años infantiles me dirigí al chiringuito único de esta playa almeriense situada entre la capital y Aguadulce. A tal fin me situé en la barra y pedí una consumición que, siguiendo la tradición del lugar, viene indefectiblemente acompañada de su abundante tapa. Un queso fresco a la plancha y unos excelentes salmonetillos acompañaron a la bebida y al trabajo. La gente encantadora y solícita con cuantas preguntas les hice y con mis necesidades informáticas -por favor un enchufe que se me ha acabado la bateria-.

Dada la calidad de las tapas me interesé por la posibilidad de raciones o carta disponibles de cara a comer una hora más tarde y vi unos arroces y calderetas que me llamaron la atención favorablemente, sin olvidar toda una serie de preparaciones para mis gustos un pelín excesivamente sofisticadas, pero que seguramente serán del agrado de los habituales. Pregunté por el tiempo de los arroces, fundamental para saber como se hacen, y de todo aquello cuanto pregunté tuve cumplida y amable respuesta. El de marisco cuya base está ya cocinada de 20 a 25 minutos y los otros alrededor de 45 minutos.

El lugar me era propicio, reitero, la gente amable a más no poder y lo probado en las tapas de muy buena calidad y sabroso. Me despedí con la intención, expresada, de volver a comer y así lo hice, y las cañas se trocaron lanzas. Una vez sentados en la zona de comedor, siete u ocho mesas, que era la más fresca y conveniente, acordamos pedir un arroz de marisco y matar el tiempo de espera con unas consumiciones y sus tapas. No, imposible, en la zona de comedor, a un metro escaso de la barra, no se sirven tapas, pero si vamos a comer, no se sirven tapas, pero si el arroz tarda 25 minutos y tenemos que hacer tiempo, no se sirven tapas, se ponen en la barra las toman y cuando esté preparado se sientan, pero si solo hay tres mesas ocupadas, no se sirven tapas y además como hay tanta gente el arroz tarda por lo menos cuarenta minutos que pasan enseguida.

Dos personas en la cocina, tres atendiendo mesas y una en la barra. Dos mesas y la nuestra ocupadas en la zona de comidas, otras tres o cuatro en la zona exterior que si se sirven tapas y no comida y hace un calor terrible y diez o doce personas en la barra. ¿Tanta gente?

Ante la obcecación y el aparente desinterés por atendernos nos fuimos y no hubo nada, que dirían los clásicos, de bastante mal humor y desencantados porque el lugar prometía y puede, no lo se, que mereciera culinariamente la pena, pero los posibles clientes queremos ser atendidos y, si nuestras peticiones son razonables, y estas creo que lo eran -no ser trashumantes barra a mesa-,  complacidos, y no nos gusta ser tratados como un mal necesario.

Me parecería injusto calificar este lugar por la mala atención de una sola persona o por una estrategia de negocio equivocada, pero tampoco puedo recomendarlo cuando yo mismo no fui capaz de quedarme, así que dejémoslo en un contemplativo sin calificar. A ver si se lo piensan y aparecen la flexibilidad y la cordura.

1 comentario:

  1. Buenas tardes Rafael,sentimos mucho su mala experiencia en nuestro chiringuito,en estos años a pasado por algunas manos que no han llevado el negocio a buen puerto,le invitamos a volver para que disfrute de este sitio único y que lo disfrute como si estuviera en casa, no se olvide el bañador.
    Disculpe las molestias, lo esperamos.🍻🌴🥘❤

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