sábado, 21 de septiembre de 2013

Las Eras, Tabernas

No es un lugar de paso, ni mucho menos, para ir a Tabernas hay que ir intencionadamente, su paisaje y su castillo lo merecen, o aprovechar una visita a los poblados donde se rodaron, y ruedan, las películas sobre el oeste norteamericano. Aunque hay una tercera razón, comer en Las Eras.

Durante la semana se come de menú lo cual garantiza un precio asequible, y lo único no asequible en muchas ocasiones es conseguir mesa ya que entre los trabajadores de la planta solar y los peliculeros el restaurante de Antonio Gasquez suele estar de bote en bote, se recomienda reservar si es que hay opción.

La lista de platos primeros y segundos es toda una declaración de pragmatismo, negocio y tradición. hay platos para todos los gustos, los que buscamos cocina tradicional y casera, esa vieja cocina de los mayores tan olvidada y maltratada y a la que Antonio le ha dedicado un libro que demuestra su amor y compromiso con ella, y para paladares más hollywoodienses.

Yo comí una crema de lentejas en sobreusa y un cerdo en fritadilla, ambas cosas absolutamente placenteras, pero no lo eran menos el gazpacho, el salmorejo, fideos con patata y jibia al estilo almeriense, y un invento curioso ropavieja de pescado y marisco, una especie de croquetón con tomate y acompañado de patatas a lo pobre al que solo le voy a poner un pero, el tomate debería de servirse aparte para que el comensal decida si prefiere el estupendo sabor del croquetón por si solo o mezclado.

Desde luego salí satisfecho como un cura y con la clara intención de volver y seguir probando

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